miércoles, 25 de febrero de 2009

HADOUK TRÍO- JAZZ

HADOUK TRIO. Didier Malherbe (saxo, flauta, clarinete alto, doodook, pékoo, ocarina), Loy Ehrlich (tec, kora, hajouj, awicha), Steve Shehan (congas, djembé, derbouka, hadgini, sanza…).Tres experimentados músicos franceses que combinan instrumentos electrónicos con instrumentos acústicos de los más diversos orígenes, incorporando a su particular forma de entender el jazz la fuerza de las melodías primitivas. Hadouk Trío eleva a su máxima expresión el concepto de “world music”, del que ha sido pionero, y se pasea entre el eclecticismo y la polivalencia, en un terreno impreciso entre Europa, África y Oriente.
Hadouk Trío ha editado los discos Shamanimal (1999), Now (2002), Live àt FIP (2004) y Utopies (2006), Baldamore (2007) discos que reflejan un concepto; la utopía como la esencia misma de este trío, su naturaleza profunda y su fuerza.
Una curiosidad, Hadouk es una bolsa de palabras fabricada a partir de Ha, jouj o gumbri, un bajo africano y Douk un oboe armenio.

En este vídeo podemos disfrutar de un solo de Hang-drum fantástico.


martes, 24 de febrero de 2009

La villa romana


Una villa romana no es una casa. No es la vivienda tal y como la conocemos hoy en día. Ahora más bien vivimos en chabolas en altura. Una villa romana era mucho más. "El lugar en donde conviven los ocios más excelsos", apuntaba la inscripción de la entrada en la villa de Plinio. El ocio, como trabajo creativo, productivo. No era un simple refugio para comer dormir y salir pitando de allí. Era un lugar en constante diálogo con la naturaleza, en donde se forjaba la cultura día a día. Situada en la ciudad, en la urbe, en donde hay lucha, confontración, conflictos. Es una villa urbana que contempla la ciudad, y que se nutre de ella. La vida en el campo aniquila la creatividad.

La cultura no es más que la reacción del hombre que quiere superar a la naturaleza. En la naturaleza todo sucede cíclicamente. El gusano, que se convierte en mariposa, pone huevos de los que sale otra larva que se convierte en gusano de nuevo. Y así una y otra vez. Siempre se empieza desde cero. A nosotros los humanos también nos ocurre, pues somos parte de esa naturaleza. Cuando aprendemos un idioma, o a cocinar, por ejemplo, nuestros hijos no lo heredan. Los caracteres adquiridos no se heredan, todos lo sabemos. Por eso vivimos en una sociedad que nos brinda la posibilidad de no empezar de cero. Hay colegios, bancos, hospitales, lugares en donde se enseña aquello que otros antes que nosotros ya descubrieron. Y así avanzamos.

Esa cultura, que dialoga y discute con esa naturaleza, es la que descubrimos dentro de la villa romana, un gran ejemplo de claridad dentro del caos, de libertad y de búsqueda de lo intelectual, la búsqueda de la verdad.

Roma, con veinticinco siglos de historia, en donde se han sucedido multitud de guerras, envenamientos, conspiraciones y un cúmulo de conflictos y luchas, ha dado al mundo personas como Miguel Angel, Rafael o Virgilio. En cambio, Suiza, por ejemplo, con sus cinco siglos de historia y de paz absoluta, ha supuesto para la historia de la humanidad...el reloj de cuco.

PAKISTÁN LE DA A MORENATTI LA GLORIA EN EEUU

¿Recordáis que en este blog hablamos, no hace mucho, de Emilio Morenatti como de un extraordinario fotógrafo y de una exposición suya sobre Pakistán y Afganistán en la Bienal de Córdoba?
Pues, como podéis comprobar, Picadillo de Gallo no se equivocaba en seleccionar a sus artistas. Acabamos de leer en Publico.es esta noticia por la que le han concedido un importante premio internacional.

"Emilio Morenatti (Jerez de la Frontera, 1969) ha sido proclamado Fotógrafo del Año por el certamen estadounidense Pictures of the Year International en su 66 edición. El portfolio que le ha valido el galardón se compone de 60 fotografías realizadas durante su último año en Pakistán. Una niña salvando un Corán de las ruinas, la lucha diaria por conseguir comida, la guerra de Bajur y luchadores de tradición milenaria conforman el imaginario aportado por este andaluz."

Morenatti se ha convertido así en el primer español en conseguir este premio en las 66 ediciones que lleva celebrándose.

"Me tienta mucho la fotografía que queda más allá de lo noticiable. Haces una foto de un momento muy puntual, se convierte visualmente en atemporal y, sin ser noticia, la ves reflejada en la prensa internacional", resume.

"Es una cuestión de oportunidad... Una vez que tienes la suerte de mostrar una visión diferente, asumes esa responsabilidad como parte de tu vida".

domingo, 22 de febrero de 2009

HIROJI KUBOTA


A veces hay tanta sabiduría en las imágenes como en el editor o maquetador que diseña un libro. Y es que me encontraba yo hojeando (y ojeando) un libro del fotógrafo japonés Hirohi Kubota cuando, al pasar la hoja, me doy de bruces con estas dos fantásticas imágenes ocupando todo el espacio de dos páginas consecutivas.
El impacto fue inmediato y supe que el diseñador no las había puesto así por casualidad sino que intentó hacernos pensar y sentir.
Y es que nos hablan de contradicciones, de contrastes, del triste papel que a veces jugamos los humanos... del transtorno bipolar que sufre nuestro planeta.
Para saber más de este magnífico artista puedes consultar aquí o allí.

sábado, 14 de febrero de 2009

MUJERES PARA LEVANTAR ÁFRICA

OUMOU SANGARE, LA VOZ QUE ÁFRICA ESTABA ESPERANDO
"Tras seis años de silencio, la impetuosa cantante de Mali regresa con Seya (Alegría), álbum que la confirma cono voz de referencia de la música africana contemporánea... Alta y esbelta, Oumou Sangaré habla de su compromiso con África y del rol protagonista que demanda para la mujer africana. Sabe bien de qué habla. Su padre, polígamo, abandonó a la familia y dejó a su madre embarazada y con tres hijos.... Pronto arraigaron en Oumou el compromiso con los derechos femeninos, su batalla contra la poligamia y el matrimonio forzoso y su aversión frente a la ablación. La mujer representa coraje y valor por salir adelante, energía para prosperar. Si todas las mujeres africanas tuvieran oportunidad de ser libres podrían ayudar a construir mejor nuestra sociedad, incide Sangaré"
PÚBLICO. Carlos Fuentes

Oumou Sangare nació en Bamako en 1968, a donde sus padres habían emigrado desde la región del sur del Río Níger conocida como Wassoulou. Tras un periodo en el que Oumou formó parte del Ensamble Nacional de Malí, donde estuvieron los mejores músicos del país, Bamba Dembele -veterano de la Super Djata Band- la invitó en 1986 a unirse a su compañía de percusiones tradicionales, Djoliba, y a hacer con ellos una gira por Europa. Oumou regresó a casa con la excepcional y precoz determinación de formar su propio grupo y crear su propio sonido, basándose en el estilo y la tradición de Wassolou, su tierra ancestral.
Este estilo único, que se conoce como “wassoulou“, combina los tambores djembe y karyaing, ritmos propios de las danzas tradicionales de la región con el sonido funky del kamélé n'goni (literalmente, “arpa de hombre joven“)y aunque no alude a la rebelión en el sentido rocanrolero, por lo menos es un símbolo de goce, libertad y cierta dosis de ruptura de las reglas establecidas.
Su primera grabación “Moussaoulou" (Mujer) fue un éxito que la consolidó como cantante, así como “Ko Sira“(El matrimonio de hoy), en el que sigue fiel a sus ideales y retoma temas como la lucha de las mujeres en una sociedad musulmana dominada por los hombres, el conflicto entre tradición y modernidad, la pena y el gozo de la vida y la muerte.

sábado, 7 de febrero de 2009

CRISTINA GARCÍA RODERO

Realmente...

... yo no sabía muy bien...


...dónde colocar estas bellísimas imágenes...

... si en el apartado de fotografía...


... o en el de mujer...


Vosotros diréis, porque se comentan por sí solas. Por cierto, la primera imagen, la de la ventana, está tomada en uno de tantos pueblos de Jaén, donde las cosas siguen igual... como casi siempre...

Os doy dos direcciones de la web para que conozcáis mejor a esta extraordinaria fotógrafa:

domingo, 1 de febrero de 2009

Pero ¿Frida qué?

Pero ¿Frida qué?

ESTRELLA DE DIEGO
Babelia. El País Digital

Hay una manía tan extendida como exasperante de llamar a las mujeres artistas por su nombre, así, sin apellido, como si fueran nuestras amigas de toda la vida. "¿Has visto la obra de Artemisia? ¿Has leído la biografía de Sofonisba? ¿Fuiste a la casa de Frida en tu viaje a México DF?". Se trata de un desenfado ridículo al que dan ganas de contestar con la única pregunta posible: pero ¿Frida qué?

¿A que no se le ocurre a nadie referirse en los mismos términos a Picasso o Shakespeare? Nunca en mi vida he oído decir lo inspirado que estuvo Pablo al pintar Las señoritas de Avignon ni he oído citar el Macbeth de William; ni hablar del museo de Salvador en Figueras. No parecería sólo una falta de precisión, sino de respeto hacia autoridades indiscutibles de la cultura que veneramos. Y sin embargo, se habla con naturalidad pasmosa de Gala o Maruja, como si las mujeres tuvieran encanto pero no apellido. O de Silvina, la amiga de Jorge Luis, claro. Vaya historia...

Estoy harta de oír hablar de mujeres sin apellido, harta de que a las mujeres se nos llame por nuestro nombre, pues este tipo de ocurrencias en el lenguaje tienen mucha más importancia de la que se cree. Sí, ya estoy oyendo las argumentaciones. La terna de los supergrandes maestros -Leonardo, Miguel Ángel y Rafael- también han perdido el apellido. Aunque los apellidos del Renacimiento son a veces una cosa extraña, a medio camino entre nombre y denominación de origen: nada que ver con el problema de las mujeres artistas. O quizás sí que estén relacionadas las dos omisiones. Ambos, los supergrandes maestros y las artistas, terminan por verse como excepcionales, si bien los primeros son las excepciones positivas que configuran nuestra absurda historia del arte canónica y las segundas un poco curiosidades de vaudeville. Su excepcionalidad fue de hecho lo que las excluyó de los museos. O de las salas, más bien: como no hay mucho sitio, antes Rivera que Frida, Caravaggio que Artemisia...

Menos mal que desde hace unos años las grandes maestras de la historia del arte -y no sólo las artistas a la moda que hacen arte feminista- han empezado a ser rescatadas por los museos internacionales de solvencia. Algunos, por aquí mismo -tened cuidado que os he vigilado-, han hecho desaparecer de las salas a las pocas mujeres entre sus colecciones, pero son los menos. Dirán que por problemas de argumento: yo creo que porque son unos antiguos. Bien es verdad que ciertas pintoras estaban ahí desde siempre, como la fabulosa Clara Peeters en el fabuloso Prado. La recuerdo todavía en la sala pequeña y compacta de mi adolescencia, compartiendo pared con otros exquisitos pintores de ese género que, en sí mismo, era denostado por la historia del arte más rancia... y más ignorante. Y me preguntaba si estaba allí, siendo una mujer, porque total da lo mismo: ¡total, si son naturalezas muertas, la más baja jerarquía dentro de las clasificaciones del arte!

Por eso, por todas esas mujeres sin apellido que durante tiempo han sido escamoteadas a nuestros ojos, oír que la brasileña Tarsila do Amaral regresa a Madrid es la mejor noticia. Estará en la Fundación Juan March desde la semana que viene y probará, una vez más, la fuerza inusitada de la Primera Modernidad brasileña -los años veinte y treinta- y la potencia de este personaje singularísimo que será un placer volver a ver para quien la conozca y un descubrimiento para quien no la haya visto antes. Así que esta vez aviso con tiempo: que nadie se pierda a Tarsila... do Amaral.